Después de 4
años en Arrayanes y a pesar de que hemos hecho cosas que rozan la locura a
nivel pedagógico, la reestructuración de la biblioteca del Centro ha sido la
mayor de todas. Todo comenzó un lunes por la tarde, la seño Victoria
(coordinadora de la biblioteca) y el menda (por aquellos entonces coordinador
del PLC) nos disponíamos a buscar títulos para hacer nuestro primer maletín de
lectura. Aquí dejo un enlace por si algún lector quiere saber en que consisten
esos maletines:
La tarea, que
se suponía fácil, nos llevó casi una hora pues era difícil encontrar los libros
que deseábamos. Por otro lado, ya teníamos malas experiencias con nuestro
alumnado. Cuando iban a la biblioteca, normalmente te decía “maestro yo quiero
uno de miedo” y aquello se convertía en una odisea. Además, cuando se
encontraba un libro de la temática en cuestión, en la inmensa mayoría de los
casos, el nivel y la dificultad no era la adecuada para nuestro público. La
experiencia resultaba frustrante, no solo llevaba mucho tiempo encontrar un
libro además, la mayoría de las veces, no se terminaban de leer ni eran del
gusto del lector.
Poco después de empezar la remodelación |
La lectura es
uno de los pilares de la educación, no puede ser obligada, tiene que ser una
experiencia divertida, deseada y que se
afronte con ilusión. Nuestra biblioteca era un almacén de libros, con todos
perfectamente catalogados, sus tejuelos perfectos y sus temáticas ideales…para
una biblioteca municipal. Nuestra biblioteca no satisfacía nuestras
necesidades, era una biblioteca organizada según criterios de adultos para la
localización de obras concretas. En nuestro caso no queríamos eso, queríamos
una biblioteca para niños en la que pudieran manosear sin miedo los libros y
localizar rápidamente el tema sobre el que le gustaría leer. Nuestros alumnos
no llegaban a la biblioteca diciendo “Buenos días, me gustaría saber si tenéis
El príncipe Caspián de C.S Lewis”, no buscaban un título, buscaban un tema. Por
esta razón, nos pusimos a trabajar.
En esta imagen se puede apreciar las primeras fases de clasificación. En cada mesa se depositaban los libros por tema y dificultad. |
En primer
lugar (dicho aquí parece fácil) sacamos todos los libros de sus estantes
(hablamos de un par de millares) y los fuimos separando en 6 temas que solían
demandar nuestro alumnado: Terror, Fantasía, Aventura, Cuentos, Misterio y
Cómic. Mientras organizábamos por tema,
también clasificábamos los libros en tres dificultades; principiante
(primer ciclo) avanzado (segundo ciclo) y experto (tercer ciclo)
Para ello nos servimos de varios criterios entre los que cabe destacar el
conocimiento de nuestro contexto y nuestro alumnado junto con vocabulario,
extensión, presencia de dibujos, tipo de letra…etc.
En estas seis estanterías se han organizado todos los libros seleccionados por el profesorado. Los carteles son obra de los alumnos de 6º de primaria. |
Paralelamente
a este proceso se realizó un expurgo para garantizar un objetivo muy
importante, debíamos incrementar las posibilidades de que la elección de libro
por parte del alumnado fuera un éxito. Entendiendo como éxito que dicho libro
fuera leído y disfrutado. Se procedió a sacar todos los libros que no
pertenecían a la etapa de primaria (debo
aclarar que en la biblioteca había multitud de libros destinados a secundaria y
para adultos) Se quitaron de en medio todos los libros de texto que saturaban
el lugar. Se retiraron todos los libros que por su mal estado o por estar
totalmente descontextualizados carecían de interés. No es de sorprender que con
todos estos recursos se montara el “Almacén de libros” lugar que resultó ser de
gran utilidad para que los maestros localizáramos de forma fácil recursos para
nuestras clases o libros de pedagogía destinados a nosotros.
Este es un pequeño ejemplo de los cientos de libros que se encontraban mezaclados con los libros a los que accedía nuestro alumnado. |
Realizado todo
este proceso, que descrito en un par de párrafos parece fácil pero todo el
claustro puede asegurar que no lo es, nos dedicamos a una reetiquetación de los
libros para dotarlos de nuestra nueva clasificación. Los tejuelos se han
mantenido por su indiscutible utilidad pero ahora, cada tomo, lleva una
pegatina con un color y una letra que hace que sea inmensamente fácil mantener
cada libro en su estantería y ordenado según nuestro nuevo criterio.
Este ha sido
un gran paso para mejorar la lectura en nuestro Centro, aún nos queda mucho por
avanzar, esta ha sido la primera parte de ambiciosas actuaciones, de ahí que el
título de la entrada lleve como coletilla “parte primera”. Iremos actualizando
para mostrar el camino que vamos andando.
A nivel
personal debo reconocer que esta restructuración ha sido un completo acierto.
He observado con estupefacción como alumnos de mi tutoría han devorado libros
durante estos primeros 3 meses de funcionamiento. Que vengan y te digan
“maestro este libro está to guapo” o que
haya alumnos que ya lleven más de media docena leídos cuando para ellos leer era un
auténtico suplicio, nos da a entender que vamos en buena dirección. En estos últimos meses se han prestado más libros que en los últimos tres años, aunque aquí hay que aclarar que durante ese tiempo la biblioteca ha estado en "obras" y eso también afectó a que no hubiera tanto movimiento.
Una labor como
esta no se ha hecho en cuatro días, no ha sido fácil y como siempre, se ha
llevado a buen puerto gracias a la colaboración de gran cantidad de personas.
En primer lugar el claustro se volcó en
esta labor, pasando tardes juntos en la biblioteca, conociéndonos mejor
y hablando de aquellos libros que nos marcaron como personas. Muchos de los
compañeros que comenzaron esta labor, la ven ahora casi terminada a través del blog
pues cambiaron de destino antes de que pudiéramos poner en marcha este nuevo
sistema. A todos ellos les agradecemos su labor y les recuerdo que este lugar
conservará una parte de ellos.
Tardes de lunes, clasificando y ordenando. Trabajo en equipo. De izquierda a derecha: Mariló, Mªdel Mar, Ana, Victoria y Paqui. |
De izquierda a derecha: Mari Carmen, Paqui y Raúl. |
A nuestra seño
Águeda, que a pesar de ser reticente a un cambio tan drástico en la biblioteca,
ha sido y seguirá siendo un pilar importante en todo lo referente a este
espacio de lectura. Gracias a nivel personal por enseñarme tantas cosas, entre
ellas a manejar el Abies.
A nuestro
grupo de madrinas de lectura y su grupo lector de los viernes. Gracias a todas
por esas mañanas de clasificación en las que tanto trabajo nos facilitasteis.
Finalmente a
nuestro grupo de sexto de primaria, por sus carteles chulísimos. Este año os
marcháis al instituto pero vuestra huella quedará mucho tiempo en la
biblioteca.
Esto es solo
principio, aún vendrán más cosas para la biblioteca, cosas sorprendentes que
seguirán haciendo de la lectura algo mágico para que nuestro alumnado recuerde que leer es la mejor forma de abrir la puerta
a todas las aventuras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario